EL SECRETO DE LOS ANDES III PARTE

Publicado en por DOSAGULAS

PARTE VI

 


LA ABADÍA: PRINCIPAL RETIRO EXTERIOR DEL SEÑOR MURU

 

El 13 de noviembre de 1955, Maha Chohan se refirió al Lago Titicaca, como también a Shamballa, Luxor, Darjeeling y las Ciudades de San Juan diciendo que eran los Retiros y Santuarios de la Gran Hermandad Blanca. Claro está, hay muchos más a todo lo largo y ancho del mundo.

 

El 12 de abril de 1957, Sanat Kumara manifestó que todos los Retiros y Santuarios de la Gran Hermandad Blanca habían sido elevados a una vibración espiritual más alta junto con la Hueste Celestial de la Jerarquía. Esto se refería al Monasterio de la Hermandad de los Siete Rayos en el Lago Titicaca. Después de muchos años de servicio consagrado a la elevación de la humanidad, este Retiro Interior de Aramu-Muru había alcanzado el Día de la Graduación Espiritual. Koot Hoomi Lal Singh (Maestro Kuthumi) fue nombrado con el cargo de portavoz para todos los Retiros. La acción de elevar los Santuarios mediante la autoridad de los Veinticuatro Mayores de nuestro Sistema Solar permite ahora una mayor expansión del trabajo entre la Jerarquía y los Retiros que actúan en el papel de agentes espirituales intermediarios entre el hombre del mundo Exterior y los más altos Mentores. Esta es la etapa final para preparar la llegada de Aquel que ha de venir.

 

En 1956, durante un Cónclave de la Gran Hermandad Blanca, en cuyo curso se desplegaron los estandartes de todos los Retiros Interiores, se resolvió que esos Retiros establecerían inmediatamente Retiros Exteriores como nueva expresión de su servicio a la humanidad. Los individuos elegidos que viajarían como peregrinos a los Retiros Exteriores no serán los “escogidos de entre ellos” para salvar su forma física. Serán reunidos para una misión divina pero no en un lugar seguro, porque el poder del Espíritu Santo sustentará a Sus sirvientes en tiempo de catástrofe. Anteriormente, los Retiros Exteriores constituían varios grupos en el mundo Exterior que daban a conocer las palabras de los Maestros de las Jerarquía por intermedio de reuniones, conferencias, publicaciones y todo lo demás. Pero ahora se deseaba tener Retiros que no fueran tan secretos como los Retiros Interiores, y sin embargo no tan identificados con el mundo del materialismo como el que existía entonces en los Retiros Exteriores.

 

Se solucionó este problema con el establecimiento de Retiros Exteriores autorizados por cada Retiro Interior de la Gran Hermandad Blanca, a los que se situaría cerca de sus respectivos cuerpos gobernantes (Retiro). En estos Santuarios Exteriores los Estudiantes de Vida seguirían un  modo de vida monástico similar al de los Retiros Interiores. Se alejarían del mundo para vivir en lugares de paz y soledad, empero su alejamiento no sería completo porque enviarían informes y realizarían viajes periódicos a otras tierras. Estarían más próximos a los Retiros Interiores y a los Mentores de lo que nunca lo estuvieron antes. Era necesario tomar esta decisión para estar preparados para la inminente catástrofe y el eventual aterrizaje de los Maestros del espacio. Muchos años antes, el hombre había puesto el mundo al corriente de la existencia de los Maestros y de las Escuelas de Misterio estableciendo ciertas sociedades metafísicas y grupos. Gradualmente, se hizo necesaria una asociación más estrecha a medida que las Verdades empezaron a penetrar más profundamente en la conciencia nacional de cada país de la Tierra.

 

Los Estudiantes de la Verdad se aproximaban cada vez más a los diversos Retiros Interiores, con los cuales estaban en relación mediante un Rayo, un Maestro. Ahora que se iban a establecer los Retiros Exteriores muy próximos a los Interiores, tuvo lugar otra etapa en el desarrollo. La próxima será el viaje final que realizarán quienes están calificados en cuestiones del Espíritu para ir desde los Retiros Exteriores al Santuario Interior. Esto es un indicio de que los sucesos en la Tierra están llegando rápidamente a su culminación. Cuando los hermanos de las tierras del espacio interestelar aterricen, se verán frente al Remanente que ha quedado, y dicho Remanente será reunido en las diversas ubicaciones donde se hallan los Retiros Interiores de la Gran Hermandad Blanca en la superficie del planeta.

 

1. Los secretos y Verdades de la más  remota antigüedad serán revelados por primera vez al mundo exterior de los profanos.

 

2. Los Retiros Exteriores ubicados cerca de los Santuarios Interiores recibieron la autorización, y se hizo el llamamiento para que “vinieran de entre ellos”.

 

3. En 1957 se resolvió que todos los Retiros Interiores serían elevados a una nueva vibración en contacto más estrecho con la Jerarquía.

 

Aramu-Muru (Dios Meru) anunció en 1956 a aquellos estudiantes del Mundo Exterior que eran miembros de la Hermandad de los Siete Rayos que había autorizado el establecimiento de un Retiro Exterior en un valle oculto del Perú, y que dicho Santuario estaría situado al norte del Monasterio, su cuerpo gobernante, en el Lago Titicaca. La Hermandad tendría en adelante tres salidas para su servicio:

 

1. El Monasterio, Lago Titicaca (Retiro Interior)

 

2. La Abadía, el Valle Oculto, Perú. (Primer Retiro Exterior conocido con el nombre de Santuario Intermedio)

 

3. Prioratos. (Varios grupos no “traídos entre ellos” debido a que se los necesitaba en el mundo del materialismo como agentes de distribución para las palabras de la Gran Hermandad Blanca. Servirían  en la calidad de Retiros Exteriores Secundarios)

 

Como lo hemos mencionado antes, unos pocos miembros de la Raza Ciclópea no abandonaron la Tierra cuando el resto de sus semejantes lograron el Universo Theta, permaneciendo en nuestro planeta debido a ciertas condiciones kármicas que era preciso vencer; actuarían en el papel de Mentores para los humanos que habrían de venir.

 

El 12 de abril de 1957, día en que Sanat Kumara informó que todos los Retiros Interiores y los Santuarios de la Gran Hermandad Blanca habían sido llevados a un nivel superior de vibración espiritual, los Cíclopes que habían permanecido en la Tierra, estuvieron por fin libres de unirse a su Raza, la Raza de los Mayores o Eles. Por consiguiente Aramu-Muru pudo dejar su posición de Superior Espiritual (Abad) del Monasterio. Seguiría siendo Maestro Instructor de la Hermandad desde una posición más alta. Un tal Hermano Juan (Maestro Juan) fue nombrado para llenar el cargo vacante de Abad del Monasterio. Así, ya no había más Cíclopes en la Tierra en forma física. Todos ellos habían, por último, logrado y aprendido el gran secreto del Grado Noventa de Cambio de Fase y pasaron al Universo de la Atemporalidad.

 

Después que el Señor Muru hubiese regresado del cónclave de 1956, puso inmediatamente en obra aquellos planes que resultarían en la organización del Principal Retiro Exterior (Intermedio) tan pronto como fuera posible. Los miembros de la Hermandad que estaban en el mundo exterior vendieron sus posesiones materiales, abandonaron sus amigos y lugares de trabajo, y el 2 de diciembre de 1956 se pusieron en viaje para Lima. Desde allí visitaron a la mayoría de las ciudades del Perú y realizaron investigaciones en muchas zonas montañosas poco conocidas con la esperanza de encontrar el valle oculto, la futura sede del Principal Retiro Exterior del Señor Muru. Los Mentores los guiaron bien, pero algunos de los que habían venido se dieron cuenta de su incompatibilidad con el Llamamiento y la Misión y regresaron a los Estados Unidos. Otros descubrieron el valle oculto y dieron comienzo al Trabajo que había sido decretado en 1956 por la Gran Hermandad Blanca.

 

A los peregrinos les fueron dadas varias señales para que pudieran reconocer su Retiro. En suma, éstas eran las señales:

·                   una zona de magnífica belleza natural

·                   un lugar de paz y tranquilidad donde nunca se había derramado sangre

·                   una ubicación con abundante agua, clara, pura

·                   una corriente o río cercano

·                   un lugar donde las legumbres y los frutos pudieran crecer en un suelo no contaminado con fertilizantes químicos

·                   una tierra de gente feliz, contenta, alejada del mundo exterior, y empero en él

 

En febrero de 1957 dos Hermanos de la Abadía que habían venido de los Estados Unidos, estaban en una ciudad del Altiplano a la que habían sido dirigidos por el Señor Muru. Sus Mentores les dijeron que un hombre iba a ponerse en contacto con ellos para llevarlos valle oculto. Unos pocos días después, apareció el hombre y viajaron con él muchos kilómetros hacia el este cruzando los grandes pasos de los Andes llenos de nieve, donde aullantes vientos barrían la desierta tierra.

 

Para ir al valle era preciso seguir estrechas sendas montañosas donde los derrumbes son frecuentes. ¿No se asemeja acaso a la Senda Espiritual individual que es como el filo de una navaja, lleno de azares mientras se viaja a través de la vida?

 

Para llegar al valle hay un solo camino y éste es un estrecho sendero. Después de largas horas de viaje, los Hermanos llegaron a un pequeño poblado situado en un repecho que dominaba un fantástico precipicio. Por encima de ellos se destacaban en el cielo las majestuosas cumbres cubiertas de nieve de los Andes. En el frío poblado tuvieron que esperar largo rato mientras preparaban las mulas para el descenso al valle oculto que estaba a miles de metros por debajo de la diminuta aldea. Todos estaban cubiertos con gorros y ponchos de lana tejidos por los quichuas, y por último empezaron el descenso bajo una fría y tupida lluvia. El clima y el escenario cambiaron gradualmente. Era como si el invierno se convirtiera en verano. La lluvia cesó … la temperatura era más cálida, pronto se quitaron la ropa de lana y prosiguieron andando en mangas de camisa. La nieve y el hielo que los rodeaban por doquier unos instantes antes habían desaparecido, y los Hermanos sintieron como si vivieran en realidad la historia del Horizonte Perdido.

 

Era, en verdad, Shan-Gri-La, el valle escondido que estaba más allá de las preocupaciones de este caótico planeta. Empero, era un lugar donde se podía realizar un gran trabajo en una atmósfera pacífica, donde la sangre nunca había sido derramada, y donde los quichuas, los descendientes del gran Imperio Inca del Sol, vivían tranquilamente en su paraíso semitropical.

 

En el valle por doquiera centenares de hermosas cascadas dejaban caer sus aguas por las paredes rocosas y llevaban al valle la clara y pura agua de los grandes glaciares andinos. Y había un ancho río de impetuosa corriente, bello de ver con su serpenteante curso que atravesaba el valle en todo su largo como una brillante hebra de plata.

 

Los Hermanos no tardaron en enterarse que prácticamente todas las plantas podían crecer en el valle. ¡Un lugar donde los productos de la zona templada crecían al lado de los productos de las zonas tropicales! Maíz, frijoles, zapallos, mandioca, guisantes, remolachas, zanahorias, lechuga, coles, papayas, mangos, chirimoyas –un fruto fabuloso compuesto casi por un cien por ciento de proteínas- papas, paltas, tomates, bananas, limones, naranjas, etc., crecen en abundancia, y éstos son únicamente unos de los pocos frutos y legumbres que se encuentran allí. La siembra se puede hacer todo el año y no se usan ni fertilizantes ni pesticidas químicos; todo crece orgánica y naturalmente.

 

Los dos Hermanos de la Abadía reconocieron instantáneamente este valle como la futura sede del Principal Retiro Exterior del Señor Muru.

 

Los Hermanos abandonaron el valle escondido a desgana, porque la atmósfera de paz que se respira en ese lugar es poderosa e inolvidable. Imaginad, si podéis, los estrechos y serpenteantes senderos de mulas que nunca conocieron las brutales ruedas de los modernos vehículos, la tropilla de llamas, siempre pintorescas con los hilos de brillantes colores que son las “marcas del dueño” en las orejas de los animales, los amistosos quichuas que esperan la aparición de sus reencarnados antepasados incas, cuando serán llevados otra vez al nuevo Imperio Inca del Sol en un Amanecer de Oro sobre la Tierra. Esas gentes, aunque aisladas en el valle escondido, saben lo que ocurre hoy en el mundo, y esperan pacientemente el retorno de Viracocha, el Gran Hermano Blanco.

 

Los Estudiantes de Vida ya han entrado en el valle y hay un hermoso edificio que alberga la Abadía junto con el Scriptorium (Biblioteca) y el Templo de Vida. Todas los Estudiantes siguen un Modo de Vida Monástico tal como la dirige la Gran Hermandad Blanca. La Abadía opera bajo la autoridad y la guía directa del Monasterio. Todos los miembros pertenecen a la Orden de Amatista, una Orden Iluminista de los Esenios. Sirven bajo el Séptimo Rayo o Rayo Violeta (Púrpura). El nombre de los Incas es Intihuasi, la Casa del Sol.

 

Las así llamadas reglas y reglamentos son seguidos en la Abadía para que todos los Estudiantes de Vida puedan participar en el gran desenvolvimiento y experiencia espirituales. La Hermandad no cree que seguir esta manera de vivir sea necesario para la salvación, ni que tal rutina convenga a toda la gente. La rutina fue desarrollada en la Abadía para otorgar cierta Iluminación Espiritual a los Estudiantes adelantados en la senda de la Comprensión Cósmica. Las siguientes demandas se piden a los Novicios que están a punto de entrar en el Principal Retiro Exterior del Señor Muru, la Abadía de la Hermandad.

 

El Estudiante de Vida que pide entrar en la Abadía debe, ante todo, buscar y servir la Verdad, y llevar una vida limpia y recta. Ha de tener una comprensión teórica de la Gran Senda. No hay restricción alguna en cuanto a la edad, el sexo, el estado marital, la raza, la afiliación religiosa, ni tampoco la Hermandad se interesa por el pasado de persona alguna., Lo importante es que el Estudiante individual, en el momento de su petición, desee la Verdad sobre cualquier otra cosa. ¡No hay religión más elevada que la Verdad!

 

El Estudiante debe percibir y aceptar al Cristo Cósmico y creer que dicho Cristo vino en persona como Dios para enseñar en la Tierra y que el mismo Cristo retornará pronto en persona.

 

“Simplificad simplemente”. La manera de vivir en la abadía está muy bien definida por las famosas palabras de David Thoreau. Esto tiene la mayor importancia en la vida cotidiana.

 

Mientras que, en realidad, no hay grados que puedan colocar a un Estudiante por encima de otro, en la Abadía hay una clasificación designada para el Trabajo:

·                   Aspirante

·                   Novicio

·                   Fraile

·                   Monje

·                   Prior (Prioresa)

·                   Abad (Abadesa)

 

El modo de vida esenio es seguido por todos los Estudiantes. Hay periodos regulares de ayuno, de meditación y de contemplación en la Abadía. Los Estudiantes son mendicantes (monjes que han pronunciado votos de pobreza). La Sagrada Comida Comunal o Cena de los Esenios se toma diariamente, y el Novicio recibe un Bautismo de Agua con inmersión completa antes de llegar a ser Fraile, y el Fraile es ungido con Oleos Sagrados antes de llegar a ser Monje de la Orden.

 

Los Estudiantes se levantan con el alba y regresan a sus cuarteles a la caída del sol después de meditar en el Templo de la Vida.

 

Ningún narcótico (tabaco, medicinas, etc.), ni estimulantes, como el café, el té o el chocolate son usados en la Abadía. Se toman ciertos tés de hierbas benéficas, empero. Ningún intoxicante, ni en medicina o alimentos o bebidas es empleado. No se comen productos animales. Todos los Estudiantes adhieren a un estricto vegetarianismo y los alimentos se consumen en su mayoría crudos, y se comen en escudillas individuales de madera. Se usa la miel pura. No se comen alimentos procesados, ni alimentos envasados, ni alimentos químicos o blanqueados. Sólo se consumen los alimentos que crecen orgánicamente, los alimentos naturales y éstos están libres de veneno. La mayoría de los Estudiantes prefieren una dieta de frutos naturales y de nueces. Nuestro cuerpo es el Templo de Dios. “No matarás” y “vivir y dejar vivir” son los principios en que se basa la vida en la Abadía.

 

· Los hábitos monásticos, si bien se llevan en la Abadía, no son obligatorios. La ropa blanca o sin teñir es llevada por los Estudiantes. No se permite el uso de ropa fantasiosa. Sin embargo, lo Estudiantes que van en misión pueden llevarla.

 

· No se permiten ni las joyas ni los cosméticos. Esto incluye a los anillos de esponsales y de matrimonio, pero no incluye relojes de pulsera, hebillas, anteojos, etc.

 

· Los Estudiantes de ambos sexos llevan el pelo largo. Los hombres pueden llevar la barba, si lo desean, pero no es obligatorio.

 

· Perros y gatos no se recomiendan.

 

· Los niños, sea cual fuere su edad, son bien recibidos en la Abadía. Tienen un hermoso programa de estudios, de recreo y meditación.

 

· Se espera que todos los Estudiantes sean capaces de sostenerse financieramente. Vivir en el Perú no es dispendioso,  y en el valle escondido lo es aún menos.

 

No se alienta a que vengan al Monasterio a las personas que padecen graves dolencias físicas y mentales. En el viaje al valle se pasa por lugares muy altos, y en el recorrido hay regiones donde los rigores son tales que a algunos individuos les sería imposible soportarlos. Dichas personas pueden ponerse al servicio de la Luz de Cristo en el lugar en donde están y guiar a las ovejas del Maestro hacia el amanecer de la Nueva Edad.

 

La unidad familiar es conservada en la Abadía puesto que las familias viven separadas del edificio principal en viviendas privadas. Por lo tanto, la vida familiar es conservada, mientras que, al mismo tiempo, todos los Estudiantes llegan a formar parte de la Comunidad de la Hermandad. Los hombres y las mujeres solteros pueden compartir su cuarto con miembros de su mismo sexo si así lo desean.

 

La experiencia entera de un Estudiante de Vida en la Abadía, el Principal Retiro Exterior del Señor Muru, radica en la iniciación hacia la iluminación física, mental y espiritual. Dicha iniciación consta de : dedicación, purificación, disciplina, instrucción, servicio. Ninguno será salvado por haberse unido a la Abadía o por seguir la vida monástica de  la Hermandad. Sin embargo, son grandes las recompensas otorgadas al estudiante individual en la forma de lecciones universales.

 

El Símbolo o Sello del Monasterio es el de la Rosa Encarnada cuyo color representa la Llama de la Iluminación. Las Rosas encarnadas siempre simbolizan a los Mensajeros de Aramu-Muru. Esta hermosa Rosa está superimpuesta en el Disco de Oro, porque el oro representa los otros colores de la Llama de Iluminación y, asimismo, el Disco Solar de Oro de Mu.

 

El Símbolo o Sello de la Abadía es el Disco Solar de Oro de Mu, con Doce Rayos que se proyectan y que representan los Doce Planetas Interiores y los Doce Planetas Exteriores de nuestro Sistema Solar. Los Rayos simbolizan también a los Doce Señores. Seis de estos Rayos son más cortos que los otros, porque seis es el número representativo del servicio mundial. El antiguo ankh o crux ansata está superimpuesto al Disco Solar. Esta era la Cruz de Vida en el Antiguo Egipto y toma el lugar de la Vida Eterna. Se emplea este símbolo porque el Principal Retiro Exterior se ocupa activamente en demostrar al hombre que en realidad nada muere. Por encima del ankh está el Ojo que Ve todo del Uno Infinito que es la Divina Luz guiadora de todos los Retiros.

 

El Lábaro o Estandarte de la Abadía contiene un campo de púrpura que representa la Orden de Amatista. Encima está situado el Disco Solar de Oro, del cual se proyectan Siete Rayos que terminan cada uno en una Llama. El Disco, claro está, representa al Disco Solar original de Mu que está ahora en el Templo subterráneo del Retiro Interior, y también porque el nombre quichua de la Abadía es Intihuasi, Casa del Sol. Los Siete Rayos representan la Hermandad de los Siete Rayos y de las Siete Razas Raíces (Siete Subrazas de cada Raza Raíz), pertenecientes a la evolución de la Tierra. Las llamas representan la Llama de Iluminación en el Templo de la Iluminación. Este Templo, cobija también el Disco Solar de Oro de Mu, y está ubicado en una cámara semejante a un sótano o vestíbulo subterráneo cerca del Monasterio. Cada Jerarquía, cada Ser Ascendido y cada Retiro Interior o Exterior o Santuario posee su propio símbolo o estandarte.

 

Como lo hemos dicho antes, los Estudiantes individuales de todas las razas y credos van a reunirse juntos en los Retiros Exteriores de la Gran Hermandad Blanca, donde celebrarán un gran Congreso espiritual y filosófico. Las investigaciones que se iniciaron en la Abadía sobre los radiónicos, incluso un nuevo método que da la fecha exacta del pasado y de los objetos del pasado, un verdadero Verificador de Tiempo;

·                   la nutrición y la jardinería orgánica

·                   la metafísica

·                   la lingüística

·                   la antropología y la arqueología

·                   la investigación histórica

·                   la investigación en el dominio de los ovnis y acerca de establecer contacto con los visitantes del espacio que pertenecen a la Confederación que, al presente, está ayudando activamente a la Gran Hermandad Blanca

·                   el Sol y la Energía Lumínica, el trabajo con los hijos de todas las edades

·                   los mejores métodos de Meditación y Contemplación

·                   las investigaciones en botánica para descubrir nuevas plantas y hierbas milagrosas

 

Los Jefes y las Organizaciones más Destacadas de la Nueva Edad de todo el mundo fueron invitados a cooperar y compartir el intensivo programa de la Abadía.

 

Si oís el Llamamiento, si renunciáis a todo y venís al valle escondido, en verdad, un valle encantado por los antiguos moradores de la tierra con el nombre de Lugar de las Flores donde viven las Pequeñas Gentes de la leyenda, ¡venid, trayendo únicamente vuestra alma!

 

 

PARTE VII

 

LA ORDEN DE LA MANO ROJA

 

El Scriptorium del Monasterio está bajo la dirección de su Prior, el Hermano Felipe. Esta sala alberga documentos y archivos, códices y pergaminos de las más grandes y más antiguas civilizaciones del mundo. Roma, Grecia, Egipto y Babilonia, Creta y China, Tibet y Troya, Atlantis, Mu y Admona, y aun antes. De bibliotecas ocultas como ésta provendrán todos los Retiros Interiores de la Gran Hermandad Blanca, la antigua y verdadera historia de nuestro planeta y su gran revelación para el hombre moderno. ¡El hombre se sorprenderá mucho cuando descubra cómo sucedió la historia en realidad! Anteriormente, las fuerzas oscuras habían escrito la historia tal como querían que se la interpretase.

 

La antigua Orden de la Mano Roja ha trabajado a todo lo largo de la historia de la Tierra para conservar la Sabiduría Secreta, el Conocimiento Arcano. Los miembros de esta Orden son los guardianes del vasto depositario de la Tierra que contiene tesoros más preciosos que el oro o las gemas. Son ellos quienes poseen los secretos que son la herencia del hombre en América del Sur.

 

El continente no fue meramente una extensa zona colonizada en su costa Oeste por los Lémures, y en la Este por los Atlantes. Si bien es cierto que esas dos grandes civilizaciones de los océanos Atlántico y Pacífico colonizaron parte de la América del Sur, esto sucedió sólo unos pocos miles de años antes de la destrucción final de las madres patrias. ¿Qué existía, pues, en el gran continente sudamericano antes que la influencia cultural de Atlantis y Lemuria dejara sentir su peso?

 

El 27 de mayo de 1957, un antiguo secreto, sólo conocido otrora por los maestros más elevados, fue revelado al mundo Exterior por intermedio de la Abadía. Era justo que esta formación fuera dada desde la América del Sur donde los aconteceres que se relatan tuvieron lugar en el lejano pasado.

 

La Gran Hermandad Blanca resolvió que había llegado el momento de revelar dichos secretos en conformidad con las tres decisiones de 1956. Este extraordinario secreto era que la América del Sur existía como la tercera gran civilización mundial junto a Atlantis y Mu. No era tan sólo una colonia sino una civilización por derecho propio, un Imperio Amazónico que estaba culturalmente más allá de sus más famosos y conocidos vecinos en los océanos cercanos. Su arquitectura era más magnífica, su ciencia brillaba más que las otras mientras que su pueblo era físicamente el más hermoso de la Tierra. De muchas maneras desempeñaba el papel de Mentor para los reyes, sacerdotes y maestros de los dos mejor conocidos Continentes Perdidos de la Tierra.

 

Era diferente de ellos hasta en otro aspecto. Mientras que esos dos continentes se hundieron bajo las aguas del océano, éste permaneció siempre por encima de las aguas, cubierto por la densa selva, esperando ser redescubierto en una época en que el hombre ya no padecería más el hambre del oro y no buscaría la riqueza material de ese Imperio sino sus tesoros más nobles, la clave para una vida más larga, el conocimiento que con el tiempo pondría el Universo a los pies del hombre.

 

Empero, ¿no es acaso un Continente Perdido? No habría diferencia alguna si estuviese bajo el agua, por que escasos hombres han buscado sus verdades, y aquellos que lo hicieron o bien han desaparecido en el Infierno Verde de la selva, o bien en el olvido del Tiempo mismo. Ahora bien, en la plenitud de este tiempo, la Jerarquía ha decretado que los “Lugares Secretos del Altísimo” entregarán su conocimiento al “Remanente” que permanecerá en la Tierra en los días que seguirán inmediatamente a la catástrofe mundial. El Remanente mismo hará uso de la antigua sabiduría en un Nuevo Mundo que será llevado otra vez a la Hermandad Interplanetaria de nuestro Sistema Solar. La humanidad proseguirá en verdad, su eterna marcha a través del Tiempo y las Estrellas.

 

Los archivos de la historia de Mu y de su caída, del destino de Atlantis y de los secretos del iluminado Imperio Amazónico conocido en las leyendas con el nombre de Paititi y de los cíclopes que llegaron a la Tierra hace mil millones de años, y de los habitantes del espacio interestelar, existen en cámaras especiales que están ocultas en las grandes Ciudades Perdidas del inexplorado interior de la América del Sur.

 

Si bien es cierto que nuestros hermanos del espacio nos enseñarán muchas cosas en la Nueva Edad, también nos dicen que es mucho mejor recobrar el así llamado conocimiento perdido de la Edad de Oro o Edad Saturnal de la Tierra en que los hombres hablaban con los dioses y los ángeles. Nos dicen que dicho conocimiento es nuestra verdadera herencia y pertenece a los hombres buscadores de la Verdad de la Tierra. Es un Don Divino del Padre Eterno, y el Hijo está ahora pronto para recibir su herencia. Por lo tanto no es menester confiar únicamente en una gran inteligencia extra-terrestre, porque poseemos nuestro propio conocimiento que nos ha de orientar y llevar al lugar donde estaremos lado a lado con nuestros hermanos y hermanas planetarios. El hombre puede buscar en los cielos de la Tierra una guía en este momento, pero si desea el conocimiento científico debe buscarlo en los lugares secretos, en aquellos lugares donde la Madre Tierra dará a luz un Conocimiento que ha protegido y cuidado dentro de sí durante miles de años, y que no tardará en nacer en el Mundo Exterior de los hombres. En verdad, ya empezaron los dolores del parto.

 

La Orden de la Mano Roja es tan vieja como el hombre en la superficie de la Tierra. Por doquiera, los arqueólogos encuentran dibujos de una mano pintada de rojo. Es abundante en las paredes de las cavernas en toda Europa, en cuevas que sirvieron de morada en la América del Norte, y se la encuentra en muchas de las paredes de los Templos Mayas en Yucatán, México. La mano misma es un símbolo místico de mucha antigüedad, y los misterios que representa siguen incorporados hoy día a las ceremonias secretas de las logias. Los científicos se han preguntado por qué la Mano Roja está tan en evidencia entre los pueblos del mundo. Y debido a que no conocen ni tienen una mejor explicación, dicen que es sólo la prueba de que los antiguos eran buenos garrapateadores y muy inexpertos.

 

Mas, para vosotros que sois Estudiantes de Luz, la Mano Roja era y es mucho más que eso. Significa la conservación de todo aquello que era y es bueno y verdadero, mientras que su contrario, la Mano Negra, significa la destrucción del Conocimiento Arcano que se había acumulado durante tantos siglos. Por ejemplo, fue la fuerza de la Mano Negra la que destruyó la Biblioteca de Alejandría, pero fueron los esfuerzos de la Mano Roja los que impidieron una destrucción total y conservaron los documentos más importantes en cámaras ocultas de modo que sólo las copias o los manuscritos carentes de importancia fueron devorados por las llamas que había desencadenado César.

 

A los miembros de la Orden de la Mano Roja se los encuentra en muchos de los Retiros Interiores y Escuelas de Misterio en toda la Tierra, y fueron nombrados guardianes de los Lugares Secretos del Altísimo. Esta antigua Orden tiene ahora a su cargo la dirección del grupo expedicionario de la Abadía. Muchos proyectos están en marcha, incluso las investigaciones tendientes a redescubrir la Escritura perdida de los pre-incas y del Imperio de Paititi, la completa exploración y el trazado del mapa de la Gran Muralla del Perú que es similar a la Gran Muralla China y era absolutamente desconocida hasta 1931 en que se la descubrió desde el aire. Esta Muralla es mucho más antigua que los incas o los chimus que los precedieron. El porqué de su construcción y la historia que lo respalda son fabulosos. Otro proyecto tiene que ver con el redescubrimiento de la Energía Lumínica Solar usada por los pre-incas y posteriormente por los incas, que los copiaron. Además hay otro proyecto que se ocupa en el redescubrimiento de la Capital Perdida del antiguo Paititi. Ya es mucho lo que se hizo para que esto se realizara. Asimismo hay otros proyectos que se ocupas que tratan del sistema de túneles subterráneos de los antiguos pre-incas. La Abadía recibió la ayuda de varias universidades sudamericanas y museos y de hombres de ciencia que deseaban cooperar. Esto es inestimable cuando se trata del mundo Exterior y así se pueden lograr los mayores beneficios de los descubrimientos realizados.

 

Esto es, pues, en realidad la búsqueda de la Mano Roja, la búsqueda de la Verdad, sobre el hombre y la razón por la cual el hombre se halla sobre el Rojo Planeta Tierra, lo que debe aprender mientras se encuentre allí, y adónde tiene que ir en la Nueva Edad que ahora despunta. Si bien, al principio, parece extraño, las Ciudades Perdidas de la América del Sur y los ovnis pertenecientes a los visitantes del espacio, están interrelacionados, y los desempeñan un papel vital en esta obra de la antigua Orden de la Mano Roja.

 

 

 

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